En Mi querido Marcopolo hija y madre hacen un alto en el camino. Indagan en las páginas de sus diarios de viajes y se detienen en las impresiones que atesoraron.

Las postales se van sucediendo en un diálogo que engarza los diferentes tópicos del viajar como experiencia vital: las personas que conocieron en los caminos, la textura de los paisajes, el encuentro con la naturaleza en sus diversas manifestaciones o los ritmos propios de cada ciudad visitada.

Mi querido Marcopolo es un libro de travesías que ancla en la percepción y en el recuerdo para detener brevemente el movimiento que propone el camino y dejar por escrito algunos de los pasos que hemos dado, a veces junto a otras personas y a veces en soledad.